Resumen : |
Si bien las razas criollas, prácticamente han sido ajenas a las terribles modas raciales que han marcado gran parte del desarrollo de la ganadería colombiana en los últimos tiempos, ahora se empiezan a abrir, por derecho propio un merecido espacio en el real mundo productivo ganadero de nuestro país. Hay que ser prudentes sobre el desempeño de una raza y en conjunto de todas las razas criollas y colombianas; estas tienen un gran valor genético en cuanto a adaptabilidad y su tremenda fertilidad puede generar más flujo de lo que generan otras razas. |