Resumen : |
Producir ensilados de alta calidad nutricional e higiénica, reduciendo las pérdidas de materia seca
en lo posible y evitando el desarrollo de microorganismos no deseados, es un desafío. Por tanto, para poder valorar con precisión la calidad de las fermentaciones y las modificaciones que ha sufrido el forraje inicial durante el tiempo que ha estado sellado y evaluar el estado higiénico del frente de consumo, disponemos de dos herramientas: por un lado, el análisis fermentativo y, por otro, la valoración del nivel de estabilidad aeróbica o grado de deterioro por presencia de oxígeno. El artículo hace una descripción de estas dos herramientas. |