Resumen : |
La gran mayoría de las plantas de sacrificio de bovinos que actualmente funcionan en el país, los mataderos, se han convertido en eventuales matadores, pero de personas, ya que su funcionamiento no se ajusta a ninguna norma sanitaria y, por lo tanto, las reses que allí se sacrifican no tienen sello alguno de garantía, que permita confiar en estos establecimientos y en sus productos, como aptos para el consumo humano |